#Pioneras: Nadia Comaneci, la gimnasta de la puntuación perfecta

En el mundo del deporte, siempre hacen falta mujeres que no dudan en luchar por sus derechos así como por los de las deportistas que están por llegar. Una de esas mujeres que cambió la historia para siempre fue la de Nadia Comaneci (Oneşti, Rumania, 12 de noviembre de 1961), una de las figuras más importantes dentro de la gimnasia.

Esta es conocida por ser una de las primeras gimnastas entrenadas por el famoso entrenador Béla Károlyi. No solo eso, sino que cuenta con una de las carreras más asombrosas dentro del mundo de la gimnasia. Después de todo, es reconocida por conquistar las nueve medallas olímpicas, siendo cinco de estas de oro, así como ser la primera gimnasta del mundo en conseguir una puntuación perfecta en una competición olímpica.

Su historia comienza en Rumanía, donde nació y sus padres la llamaron Nadia (esperanza). Apenas con 9 años, la joven Nadia ya comenzó a competir a nivel nacional como miembro del equipo de su ciudad natal. Tal era su calidad deportiva, que llamó la atención del entrenador Béla Károlyi y su esposa Marta, quienes eran entrenadores del equipo nacional de Rumanía.

La gimnasta que logró la puntuación perfecta a sus apenas 14 años

A sus trece años, Nadia ya tuvo su primer éxito importante al lograr hacerse con tres medallas de oro y una de plata en el Campeonato Europeo de Gimnasia en Skien, Noruega. Más tarde, en el año 1975, logró superar con cuatro victorias individuales a la pentacampeona Liudmila Turíshcheva, alzándose entonces con la primera posición de la clasificación general individual. Ese mismo año, fue seleccionada como la Atleta del Año por la Associated Press.

Fue el 18 de julio de 1976 cuando la gimnasta, con apenas 14 años, lograba hacer historia en el mundo de la gimnasia al conseguir el primer 10 de calificación en Montreal. Una puntuación que no solo asombra por la calidad de su ejercicio, sino por el hecho de que fue la primera vez que se obtenía esta puntuación en unos Juegos Olímpicos.

Aquel día se produjo un momento histórico ya que, tras ver los asombrosos ejercicios por parte de Nadia, los cuales resultaban asombrosos para una joven que participaba por primera vez en los Juegos Olímpicos así como por su edad, la gente se sorprendía al ver en las pantallas un 1.00. Esto provocaba que los jueces hablasen entre ellos así como finalmente confesaban al mundo que se trataba de un 10 para la gimnasta. Fue entonces cuando descubrieron que era imposible dar una puntuación de 10, estando limitadas las puntuaciones al 9.95.

Su historia tras retirarse del deporte

Tras competir en los Juegos Olímpicos de Moscú, Nadia tomó la decisión de retirarse de la alta competición. Su última participación en un torneo mayor fue en el Campeonato Mundial Universitario celebrado en Bucarest en el año 1981. Ganó cinco medallas de oro, a pesar de que hubo acusaciones de que estos resultados habían sido modificados por los jueces ya que la mitad de estos eran rumanos.

Sin embargo, aunque se retiró de la competición, Nadia sigue vinculada al deporte. De 1984 a 1989, la gimnasta fue miembro de la Federación Rumana de Gimnasia, siendo entrenadora de varios jóvenes gimnastas. En noviembre, decidió irse a Estados Unidos, siendo en el año 1994 cuando se comprometió con el gimnasta Bart Conner para regresar a Rumanía. Fue en el año 1996 donde se casó en Rumanía.

A pesar de haberse retirado, la deportista sigue muy vinculada con el mundo de la gimnasia. Junto a su marido, son los propietarios de la Academia Conner de Gimnasia, la Compañía para producir el 10 perfecto y algunas tiendas de material deportivo. Todo con intención de seguir dando la bienvenida al deporte a otros jóvenes que quieran cumplir sus sueños.

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